viernes, 17 de julio de 2015

APROBACION DEL MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO POR LA CORTE SUPREMA DE EE.UU.

En los últimos días se reabrió unos de los debates que exige un desarrollo muy profundo pero que en ocasiones suele ser tomado muy a la ligera,  y es que Estados Unidos se convirtió en el centro de la noticia nacional e internacional. La Corte Suprema de Justicia del país norteamericano, decidió aprobar la unión entre personas del mismo sexo en todos los estados de dicho país, es decir, que desde ese momento pueden contraer matrimonio sin ningún obstáculo las parejas homosexuales en los 50 estados.
Hasta antes de aprobada esta ley, solo se podía realizar esta unión en 36 estados y en el Distrito de Columbia, sin embargo ahora cambia toda la legislación respecto a esta tema, muchas personas ya han comenzado con los trámites para unir sus vidas, cabe resaltar que ya pronto se emitirán los permisos para los estados en los que estaba prohibido.
Lo que trae controversia además de esta decisión de la Corte Suprema es que el Presidente de los Estados Unidos refirió que su país ya está llegando cada vez más a la perfección por la mencionada aprobación, basándose en la igualdad y en el “amor” que tienen las personas del mismo sexo.
Se vivió una fiesta en todos los estados, en las afueras de la Casa Blanca y en las afueras de la Corte Suprema, todo fue una gran ovación al saber el resultado de la Corte.
Considero que se está yendo totalmente contra la naturaleza del matrimonio, si bien nadie niega la igualdad y el amor que se tienen estas personas, la unión homosexual cae en un supuesto, que es contrario totalmente a la ley natural. Ante todo debe considerarse que el matrimonio es una institución esencialmente heterosexual y dicha norma cae en una desnaturalización. Nadie prohíbe la unión entre personas del mismo sexo, es una decisión propia, pero llegar al matrimonio pasa a otro nivel de entendimiento y análisis.
El fin del matrimonio como tal es la procreación, lo que entre personas del mismo sexo no puede ocurrir, algunos refieren adoptar, es una buena opción para poder educar a los niños, sin embargo, no se piensa en que ellos tienen derecho a un padre y a una madre a su desarrollo integral como persona, por ende, conceder adopción a homosexuales en cuanto a que estén dentro del matrimonio (o fuera) sería perjudicial para el menor.
Cuando se casan personas del mismo sexo se cae en un experimento social; en la historia de la humanidad no se ha intentado dicha unión civil,  incluso hasta aceptaban a los homosexuales pero no el matrimonio de los referidos porque tenían clara la idea de que éste solo existe en cuanto a la unión de un hombre y una mujer.
En conclusión considero que la aprobación de la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo (que ha ocurrido en todo EE.UU.) ha adoptado y adoptará muchas formas en distintas sociedades, lo cual es una irresponsabilidad y constante peligro para las generaciones futuras. Debo reconocer y aclarar, que no es discriminación con ninguna de dichas personas, si no que la sociedad tiene un modelo de matrimonio (heterosexual) que ha demostrado ser eficaz durante siglos. Y cerrando el  tema referir que, en mi opinión, “Legalizar el matrimonio gay debilita la fortaleza del matrimonio natural”.

Málory Postigo Riveros
Estudiante de Derecho
XI Semestre
Universidad Católica San Pablo

1 comentario:

  1. Las leyes son producto del desarrollo histórico y de las concepciones ideológicas de cada pueblo, en un determinado espacio temporal, es decir, son creaciones humanas. El matrimonio es una institución creada por el hombre, y no por ninguna ley natural. No en todos los lugares del mundo existe el matrimonio como lo entiende la civilización occidental cuyos valores se fundan en el cristianismo; la concepción cristiana (la Unión de un hombre y una mujer, además monógamica y antes perpetua) es una concepción más, sin ser una verdad absoluta.
    El derecho se basa en la premisa universal de que todas las personas poseemos los mismos derechos, por el solo hecho de serlos (valor de igualdad), de modo que siendo un derecho el matrimonio, no se le puede vedar a nadie.
    Por otro lado, se suele confundir mucho la finalidad del matrimonio que dicen es procrear o asegurar la prole, sin embargo la legislación (por lo menos peruana) no exige como requisito la aptitud de procrear para celebrar el acto jurídico del matrimonio.

    Separemos las cosas, una de ellas son los principios y creencias (legítimas por supuesto) cristianas y otra muy distinta los valores constitucionales que se fundan en la igualdad, la dignidad y la tolerancia.

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