sábado, 11 de julio de 2015

Responsabilidad Social Empresarial: Nueva expresión de competitividad


La RSE (responsabilidad social empresarial) es una de las prácticas empresariales no tan antigua, pero que ha comenzado a ganar gran protagonismo en las empresas en los últimos años. Esta práctica engloba en su esencia las diferentes actividades de carácter social que realizan las empresas con vistas a mejorar la calidad de vida, y ayudar en aspectos críticos donde hace falta trabajo o inversión (desde la construcción o equipamiento de escuelas, la ayuda a comedores o las donaciones a hospitales o centros comunitarios) y muchos más aspectos  que encabezan una larga lista, los cuales han sido abrazados con dedicación y consistencia por distintas empresas.
 
En el Perú, existen más de 50 empresas que vienen desarrollando exitosamente programas de Responsabilidad Social y Sostenibilidad donde los empresarios se comprometen  a participar activamente en el desarrollo sostenible, capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones, del país y del mundo. Asumiendo el rol de agente de cambio para mejorar el entorno en el que se desenvuelve y así lograr un país próspero, democrático, pacífico y justo a largo plazo.

La Responsabilidad Social Empresarial, se constituye cada día en una variable clave de la competitividad organizacional, en un mundo en el que, el alto grado de desarrollo tecnológico, ha permitido que la mayoría de los sectores económicos, con sus diferentes productos y servicios, prime ahora espacios muy amplios de confianza entre los consumidores, que no solo tienen por preocupación, aspectos de seguridad y confiabilidad en el funcionamiento de los productos que consumen, los cuales son dados por supuestos; sino que buscan también ávidamente aquellos suministros que proceden de organizaciones que muestran un alto grado de compromiso con el desarrollo sostenible y el manejo ético y moral de sus negocios, como elemento fundamental que permite establecer bases de acuerdo en los contactos comerciales, generando un clima de confianza parar quienes dirigen los negocios y se comprometen con ello.    
 
Pero todo este sistema trae también consigo muchos planteamientos de carácter comunicacional o mediático que deben tener este tipo de acciones. ¿Cuál es el verdadero espíritu de responsabilidad social de las empresas?, ¿Son acciones para construir “marca” y comunicarla? ¿O son para mantenerse en el mercado, bajo la filosofía “no hacemos RSE para hacer marketing”?, ¿Hasta dónde llegan estas nuevas tendencias de comportamiento de la demanda que los productores de bienes y servicios exitosos deben contemplar?.  

Surge entonces un conflicto más profundo, de difícil diagnóstico o de más controvertida solución. Todos sabemos que muchas empresas tienen espíritu de lucro, y que sus dueños (unipersonales, socios, accionistas de empresas públicas, etc.) sin excepción buscan rentabilidad y ganar dinero con la actividad desplegada. También es cierto que esta búsqueda contribuye favorablemente a la sociedad y que ambos se ven beneficiados.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando la actividad desplegada se enfrenta con un dilema de responsabilidad social y que atente contra la posibilidad de obtención de rentabilidad? ¿Qué factor predomina? ¿El social o la rentabilidad?

En estas preguntas está la clave de la verdadera responsabilidad social de las empresas. Las empresas realmente se ponen en conflicto cuando el interés social, que juega un rol de peso se contrapone con el lucro puro.  Generando situaciones donde la regulación o el estado no son los factores de decisión, sino que el camino a seguir surge o debe surgir desde la misma empresa.
 
Es por ello que las empresas deben tomar en cuenta que la RSE implica el cumplimiento simultáneo de las responsabilidades económica, legal, ética y filantrópica. En consecuencia la RSE debe llevar a la empresa a obtener ganancias, obedecer la ley, ser ética y comportarse como un buen ciudadano corporativo.

Los países en desarrollo deben penetrar a fondo en estas materias y dispersarlas hacia el mundo de las empresas y sus empresarios, si queremos actuar con una concepción diferente de la producción y la productividad que, en sus formas más tradicionales, no han producido sino rezago, subdesarrollo y frustración organizacional.
En consecuencia, la adhesión a este enfoque empresarial se convierte en una ventaja competitiva, que no sólo beneficia a la empresa, sino que también a la sociedad en su conjunto.

Por lo que concluyo que la Responsabilidad Social Empresarial se ha presentado como nuevo paradigma de gestión que representa una fuente de ventaja competitiva para las empresas. Gestionándolas como imagen corporativa, preocupada de las personas y su entorno, que mediante el cumplimiento de normativas y mejora en los procesos, las conllevan así a la entrega de óptimos productos y servicios, obteniendo reconocimiento, apertura y posibilidad de ingresar a nuevos mercados más exigentes, más avanzados en aspectos sociales considerados en la preferencia de productos y la colocación de sus inversiones para obtener una ventaja basada en la diferenciación de la gestión empresarial y los beneficios reportados en el largo plazo.
 
Por lo tanto la empresa responsable, se convierte en una entidad más eficiente, maneja mejor sus procesos, recursos naturales y de personal, gracias a las políticas y programas aumenta su rendimiento, reduce sus costos, es atractiva al mercado y potencia la preferencia y fidelización de este a sus productos y servicios. Considerada así no un costo, sino una inversión de retorno a mediano y largo plazo que eleva la competitividad, reduce riesgos y mejora la reputación dela empresa.
 
Nathaly Postigo Ampuero
Estudiante de Derecho
XI Semestre
Universidad Católica San Pablo

1 comentario:

  1. Sencillamente en el Perú no existe esa RSE, por el contrario existe irresponsabilidad social, ambiental, cultural y eduacional por parte de las empresas. Sobre todo de las más grandes, salvo excepciones rarísimas, que solo ven al país como una fuente suculenta de recursos.

    ResponderBorrar